miércoles, 7 de febrero de 2018

The Cloverfield Paradox - La panoja de Cloverfield

Paramount pensaba "buf, esta peli no la va a ir a ver nadie, así que mejor nos libramos de ella". Netflix la compró y la estrenó por sorpresa. Bien, así los que estamos abonados a Netflix podemos ver una peli con calidad de cine (una peli de 45 millones de dólares NO es un "directo a vídeo", por mucho que se empeñen algunos agoreros), quizá no demasiado buena, pero tampoco una catástrofe. Porque ahora parece que las pelis tienen que ser o muy buenas o muy malas, sin término medio. Y "The Cloverfield Paradox" está a medio camino, muy buena en algunas cosas y patética en otras, pero no es tampoco una peli italiana de zombis, entendámonos. Los valores de producción son muy buenos, hay actores también muy buenos (ninguna estrella, eso sí) y te entretiene dos horas con buenos efectos especiales igual que cualquier otra película boba de las que antes íbamos a ver, por ejemplo las de Roland Emmerich.

Una vez dicho esto, la verdad es que el guión es de derribo. La sensación que da (aunque no digo que haya pasado eso) es que sucedió como en "Prometheus", que el guión tenía coherencia interna en lo que pasaba pero fue reescrito por otra persona a la que sólo le preocupaban los golpes de efecto. Pero el mayor problema es su nula originalidad: el planteamiento es idéntico al de los capítulos de "Star Trek" en el universo espejo, cruzados con "Sunshine" de Danny Boyle, que reseñé por aquí hace diez años. La premisa es que la Tierra del futuro cercano se ha quedado sin energía, en "Sunshine" el sol, y aquí... ¿la gasolina? ¿Por qué no usan el sol ya que les queda, se ha comido el gato todos los paneles solares del mundo? Es una misión a vida o muerte, y lanzan al espacio una plataforma espacial que se supone que sacará un cholón de energía de alguna parte, pese a que un señor científico dice que eso abrirá un portal a Satán... No, perdón, dice "a monstruos y bestias", que es igual de riguroso científicamente. Hacen varios intentos, no sale, y ya cuando están a punto de quedarse sin energía para arrancar ese gigantesco motor, lo logran pero empiezan a pasar cosas raras en la nave.

A ver, en la ciencia ficción buena, hay unas reglas que se cumplen y los elementos que no pertenecen a la realidad tampoco son totalmente irreales. Por poner un ejemplo, "Alien" no envejece casi nada porque es puro mundo real, son gente como nosotros, currelas que hacen su trabajo llevando una carga y que se les cuela un tigre en la nave. Lo que ocurre a partir de ahí es bastante lógico, son gente sin experiencia con esa situación enfrentándose a un animal con instinto de caza y mucho más rápido y escurridizo que ellos. La película cumple las reglas y no nos pierde.

En cambio, "The Cloverfield Paradox" sufre por tener a dos o más películas fundidas en una, un poco como lo que pasa en la historia (en la que tampoco está claro si han entrado en contacto con otro mundo paralelo o con varios). Activar esa pila espacial hace lo mismo que un viaje al universo espejo en "Star Trek": apareces en otro mundo que es como el tuyo pero en el que toda la gente es chunga, y tu copia también ha pasado al otro lado. Vale, es absurdo, pero tiene su lógica interna, si uno pasa a un lado el otro pasa al otro lado, todo tiene sus equivalentes, OK. El problema es que la película intenta añade dos elementos más que no acaban de casar:

-El cambalache, en efecto, hace que la Tierra se llene de monstruos, lo que no tiene ni sentido ni peso alguno en la trama, pero que entronca con las pelis anteriores de la saga "Cloverfield". No hay nada concreto, pero puedes suponer que lo que pasa en la primera película es la consecuencia de los hechos de esta, y de hecho así es como se anunció al presentar la película en un spot sorpresa emitido durante la Super Bowl.

-Además de lo de los monstruos (cuya presencia se adivina en una subtrama separada de lo que pasa en el espacio), el cambalache de universos no sólo pone un embudo lleno de monstruos sobre la tierra sino que, sabe dios por qué, hace que la estación espacial empiece a intentar matar arbitrariamente a algunos miembros de la nave de formas que no tienen mucho sentido, como si fuera literalmente una casa encantada. Y aquí fue donde la dichosa peli me perdió.

Sí, porque hay tres escenas en las que alguien va a reparar algo de la nave, y esta se pone a hacer cosas raras. El más tonto de "Los Informáticos" aparece aquí como genio de la mecánica, un error garrafal de cásting que te hace casi gritarle a la pantalla "¿Ha probado a desenchufar y enchufar la nave?", y el valiosísimo trabajo de su personaje que no puede hacer nadie más consiste en inyectar una pasta a las juntas de la nave y pincharla con un chip que hace que tomen la forma necesaria en la reparación. ¡Necesitaría un doctorado para aprender a hacer algo así! En cierto momento se apoya en la plancha que ha reparado, esta abre un agujero que le traga el brazo y empieza a jugar con él al "que te pillo", hasta que al final sus amigos llegan, tiran de él y lo sacan, pero sin el brazo. Se ha ido a la otra dimensión, no se sabe cómo porque la pila gigante está apagada en ese momento, creo, pero como ha de aparecer el equivalente de la otra dimensión, aparece un brazo cortado que... ¡se mueve solo como la mano de la familia Adams! Si esto ya tiene poco sentido, ese brazo tendrá sólo una función más en la película antes de que el guión se olvide de él (bueno, veremos un plano más como de despedida en el tiroteo final) y es que empieza a rascar el suelo, suponen que quiere darles un mensaje, le ponen un rotulador en la mano y escribe: "ABRID EN CANAL AL PUTO RUSO" (bueno, sí parafraseo pero sólo un poquito). Y claro, ahí te paras a pensar, ¿quién da las órdenes a la mano para que escriba, el Informático de la otra dimensión? ¡Pero si el de esta dimensión no tiene contacto con su brazo? Y ese otro Chris O'Dowd del otro lado, ¿cómo sabe que a) el ruso está muerto b) ellos no tienen la brújula y c) la brújula de esta dimensión está en su tripa? No tiene ningún sentido, cero.

Hay otro accidente más, una fuga de agua que al final abre una escotilla al espacio y convierte a la china en un carámbano (y menos mal que esta película no la rodó Verhoeven, porque entonces el agua sería fecal y la habría convertido en un coprolito) y el Informático tiene otro percance no justificado por el guión al realizar su duro trabajo que no puede hacer nadie más de inyectar pasta y pincharla con un chip. Siguen pasando cosas sin sentido, como que el jefe de la misión espacial obliga a dos de la nave a acompañarle sin motivo a un sitio peligrosísimo sólo para que al llegar puedan presenciar su suicidio, o que la protagonista decide mandar todo a paseo para bajar con su familia donde ya está su versión paralela de ella (por qué el follón este cambió de dimensión los dos brazos pero no a la protagonista y su doble no se sabe) y todos los cabos sueltos que se os ocurran. ¿De qué sirve mandar los planos a la Tierra 2 si ellos ya tenían su propia versión de la estación espacial? (Vale, supongo que mandarán los planos "corregidos" o algo, pero ¿es que en la Tierra 2 son tontos y no saben arreglar lo que no funciona?) Y no sólo hay cosas importantes sin explicar, sino otro ramillete de detalles como que una amistad del novio de la protagonista le pide por mensaje de móvil "¿Puedo ir a tu refugio?" y luego nunca llega a ir ni sabemos por qué. Pero sobre todo, ¿cómo sabe la tía que apareció entre los cables de la nave que tienen una pistola guardada en un determinado armario? Ofrezco diez gallifantes al que me explique satisfactoriamente cómo ha ocurrido esto, y no me vale "lo sabe igual que el brazo sabía que les faltaba la brújula".

Bueno, un desaguisado al que no sé por qué le he dedicado tantas líneas. Pero es una peli "descerebrada" entretenida y con un acabado muy bonito, así que se puede ver si no te molesta la estupidez de un guión cuando está bien rodado. O sea que si eres muy fan de "Prometheus", adelante.